Clínica dental en Oviedo
Como ya sabéis en nuestra clínica dental damos muchísima importancia a tener una buena salud e higiene dental, y mas cuando se trata de la salud bucal de nuestros pequeños. Por eso desde nuestra Clinica Dental de Oviedo os queremos compartir las mejores formas de crear hábitos de salud en los niños.
Una buena higiene bucal empieza desde una edad más temprana de lo que se suele pensar. Y es que la limpieza bucal infantil, junto a la adquisición del hábito de sus mantenimiento, comportará que el adulto pueda conservar sus dientes para toda la vida.
La mejor forma de crear buenos hábitos de salud en los niños es a través de sus padres
Los padres correctamente informados son los motores de la prevención dental de sus hijos. El primer diente erupciona entre los 6 y los 12 meses de edad , y a partir de ahí se va sucediendo el resto. A estas edades es complicado que aparezca una lesión, pero es importantísimo que se cree el hábito. Tan importante como enseñarles a comer, dormir, vestirse, lavarse las manos… Se trata de encontrar un hueco para cada tarea y el hueco para los dientes es el nocturno.
La mejor forma de crear buenos hábitos de salud en los niños es a través de sus padres
Los padres correctamente informados son los motores de la prevención dental de sus hijos. El primer diente erupciona entre los 6 y los 12 meses de edad , y a partir de ahí se va sucediendo el resto. A estas edades es complicado que aparezca una lesión, pero es importantísimo que se cree el hábito. Tan importante como enseñarles a comer, dormir, vestirse, lavarse las manos… Se trata de encontrar un hueco para cada tarea y el hueco para los dientes es el nocturno.
Después del biberón de la noche o de los cereales entre los 6 y 12 meses, con un cepillo infantil y de suavidad media (o incluso una gasa), se hace el cepillado dental. Si tiene dos dientes, se cepillarán dos. Si el niño tiene 18 meses, probablemente se cepillen los incisivos superiores e inferiores, es decir, no hay que esperar la salida del último diente (3 años) para cepillárselos y se ha de hacer todas las noches.
Lo importante es el hábito. Al principio es costoso para los padres porque los niños no quieren, pero en una semana, cuando el niño vea que cada noche se repite lo mismo, entenderá que tiene que ser así y lo aceptará.
Es tremendamente gratificante para los padres con niños de tres años que el cepillado de los dientes no sea ninguna lucha gracias a haberlo trabajado desde tan pequeños, además de ser en general bocas bastante sanas.