Clínica dental en Oviedo
Por experiencia, en nuestra Clínica dental en Oviedo, sabemos que el dolor, es la causa más frecuente de la primera visita al odontólogo en niños, y esperar hasta este momento, es un gravísimo error.
Un estudio revela que entre el 60 y 80% de los problemas bucodentales que padecemos en la edad adulta, provienen de nuestra infancia, y es algo que podemos evitar. Una correcta instrucción sobre la higiene bucal, acompañado de un seguimiento médico y un cuidado en la alimentación, son factores fundamentales que queremos transmitir a los pequeños desde nuestra clínica dental en Oviedo.
Empezando en el momento de la lactancia, debemos evitar que el azúcar de la leche materna elimine el esmalte, realizando una limpieza de la boca del bebé después de cada toma. No es conveniente abusar de los zumos y otras bebidas/comidas azucaradas, pues bañan la cavidad oral y favorecen la aparición de caries.
Muchos son los padres que dudan sobre en qué momento deben empezar a llevar a los niños al dentista, existiendo un pensamiento erróneo muy frecuente en el 70% de los padres actuales: no acudir al odontólogo hasta que se caigan los dientes de leche.
Según la AAPD (Asociación Americana de Odontopediatría) y la SEOP (Sociedad Española de Odontopediatría) los niños deben acudir al dentista por primera vez durante su primer año de vida, y en concreto, tras la salida del primer diente (alrededor de los 6 meses).
Antiguamente, se recomendaba acudir a la primera revisión dental una vez hubieran aparecido los dientes de leche, pero el sorprendente resultado de un estudio realizado en España, revela que el 26% de los menores de 4 años tiene caries.
Desde nuestra clínica dental en Oviedo, recomendamos iniciar a los pequeños en una correcta higiene dental incluso antes de que nazca el primer diente.
Por otro lado, cuando los pequeños llegan por primera vez a nuestra clínica dental en Oviedo, obligados por el dolor ya sea de caries, flemones, etc, la atención se complica y puede convertirse en un trauma para el niño, creándole un miedo o temor interno a futuras citas con el odontólogo.
La mayoría de los niños que acuden al dentista desde una edad temprana, se convierten con el paso del tiempo, en fantásticos pacientes que llegan confiados y dispuestos a colaborar con el odontólogo.
Desde nuestra clínica, queremos conseguir que los niños se acostumbren a visitarnos tranquilos y sin temor, previniendo futuros problemas en su dentadura enseñándoles el cuidado de los dientes.
Lo adecuado sería acudir al dentista cada seis meses, para valorar la higiene oral, el desarrollo dental y la presencia de posibles caries.
Muchos de los problemas dentales futuros pueden evitarse acudiendo al dentista antes de que salgan los dientes definitivos, porque hay que acudir para prevenir, y no sólo para curar.