El acto de morderse las uñas también conocido como onicofagia, en general, se asocia a personas con un estado de ansiedad, agresividad, angustia… Este simple pero peligroso gesto, les ayuda a tranquilizarse y liberarse de ciertas tensiones.
Lo que muchos desconocen, es que en nuestras uñas, se acumulan virus, hongos y bacterias que pueden llegar a causar una infección grave en nuestra boca. Además, roer las uñas, puede producir en muchos casos, mal aliento. La presencia de determinadas bacterias contribuye al desarrollo de halitosis y más aún, en el caso de que exista una infección.
Morderse las uñas, ¿afecta al desgaste dental?
Cuando una persona se muerde las uñas, elimina inconscientemente la cutícula protectora de estas. Se produce una alteración en su anatomía y se forman heridas a su alrededor llegando a deformar la uña.
A nivel dental, se produce un desgaste del tejido dentario, junto con microfacturas en los bordes incisales de los dientes debido a la dureza de la uña. En ocasiones extremas, puede causar desplazamiento dentario o apiñamiento dental que deberá ser corregido en un futuro con ortodoncia.
Por otro lado, puede crear lesiones en las encías generando inflamaciones o enfermedades periodontales y trastornos en la articulación mandibular.
Según los últimos estudios realizados por el diario de Odontología General, los pacientes que se muerden las uñas, tienden a morder también lapiceros u otros objetos. Además muchos de ellos aprietan sus dientes inconscientemente. Este trastorno se denomina bruxismo. Puede causar entre otros efectos dolor de cabeza, sensibilidad dental, pérdida del diente, deformación mandibular…
Es importante acudir a nuestro dentista de confianza para evaluar de manera rutinaria la evolución de nuestra boca. En Clínica Maestro somos expertos en ortodoncia en Oviedo. Ponte en contacto con nosotros y solicita tu cita sin compromiso en el 985 23 07 75. ¡Estaremos encantados de atenderte!