Clínica dental Oviedo
Uno de los problemas que con mayor frecuencia nos refiere el paciente periodontal es el de la hipersensibilidad dentinaria, bien previa al tratamiento, como consecuencia de la recesión gingival producida por la pérdida de inserción periodontal, bien tras el tratamiento periodontal debido a la pérdida del cemento radicular como consecuencia del raspado y alisado radicular o por el aumento de recesión tras la contracción gingival que se produce con el tratamiento periodontal.
A pesar de que a lo largo de los años se han desarrollado diferentes hipótesis que intentan explicar los mecanismos que producen la hipersensibilidad, la teoría más ampliamente aceptada es que la mayoría de los estímulos que provocan dolor producen un aumento del flujo de entrada o de salida del fluido dentro de los túbulos dentinarios.
Para que se produzca sensibilidad se necesitan dos procesos: en primer lugar, que se exponga la dentina y, en segundo lugar, que los túbulos dentinarios estén abiertos hasta la pulpa. La identificación de los factores que tienden a exponer la dentina y abrir los túbulos será importante tanto para la prevención, como para el manejo terapéutico de esta condición. En la exposición de la dentina tienen mucho que ver los factores abrasivos y erosivos. Además, para que haya una exposición de la dentina hace falta que se produzca una pérdida de esmalte o una pérdida de tejidos periodontales (recesión gingival).
La hipersensibilidad dentinaria parece ser de etiología multifactorial, pero en diferentes estudios se ha demostrado que uno de los factores más importantes está relacionado con la dieta del paciente. Existe una asociación negativa entre la frecuencia de ingestión de comidas y bebidas ácidas específicas y la persistencia de la hipersensibilidad dentinaria. Muchas dietas que se consumen habitualmente, y que además se consideran sanas, son muy ácidas. Sin embargo, aunque pueden ser saludables para el organismo en general, no lo son necesariamente para el esmalte y la dentina.
En la última década se ha observado un incremento en la producción y consumo de zumos de frutas y bebidas ácidas, sobre todo en la población joven. Estas bebidas contienen algunos tipos de ácido que normalmente son utilizados en la clínica dental como agentes para grabar el esmalte y la dentina ( ácido cítrico, ácido fosfórico ). El pH de estas bebidas oscila entre 2 y 3 y puede ejercer un efecto en la dentina expuesta parecida al grabado ácido. Los pacientes que consumen habitualmente este tipo de bebidas ácidas presentan con mayor frecuencia lesiones en esmalte y en dentina, que pueden inducir una hipersensibilidad dentinaria mayor.
Las bebidas carbonatadas, como la Coca-Cola, aunque no provocan una erosión tan rápida como el zumo de pomelo o el de naranja, debido a que en muchas ocasiones las cantidades consumidas son grandes, sobre todo en niños y adolescentes, dan como resultado neto una erosión importante.
Otra sustancia alimenticia de uso frecuente que también ha sido estudiada es el vinagre. Este ácido es capaz de eliminar el barrillo dentinario, abrir los túbulos dentinarios y aumentar la permeabilidad dentinaria.
Por lo tanto, un factor que va a ser primordial en el tratamiento correcto de la hipersensibilidad dentinaria sería el consejo dietético. Es fundamental hacerle ver al paciente la importancia de esos ácidos ocultos en la bebida y la comida y reducir su consumo, tanto en la cantidad como en la frecuencia.
Otro factor que también se suma a la hipersensibilidad es el aumento significativo de la eliminación de dentina si un paciente se cepilla con pasta dentífrica después de la exposición al ácido, por ejemplo, tras la toma de un zumo de naranja.
Otra buena recomendación para nuestros pacientes, tras la realización de la instrumentación radicular, sería que evitasen inmediatamente la ingesta de bebidas ácidas que pudieran eliminar de una manera precoz el barrillo dentinario formado con el raspaje.
Es importante también resaltar que los jarabes mucolíticos con ácido benzoico en su composición pueden inducir también hipersensibilidad dentinaria.